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Guía práctica para cambiar de banco sin cometer errores

Cambiar de banco es una decisión que cada vez toman más personas, ya sea por las comisiones, el cierre de sucursales o por experiencias negativas con su entidad actual. Aunque el proceso es relativamente sencillo, resulta fundamental seguir una serie de pasos para que la transición se realice sin problemas y aprovechar al máximo las ventajas de la nueva cuenta. A continuación, explicamos cómo hacerlo de forma ordenada y segura.

1. Analiza las condiciones de la nueva cuenta

Uno de los fallos más frecuentes a la hora de cambiar de banco es no revisar adecuadamente las condiciones de la nueva cuenta. Es fundamental asegurarse de que cumple con las expectativas, especialmente si el objetivo es evitar comisiones. Antes de firmar, verifica que la cuenta no tenga costes de mantenimiento ni otros gastos ocultos.

Actualmente, hay entidades como ING o BBVA que ofrecen cuentas sin comisiones y sin la necesidad de domiciliar la nómina. Por ejemplo, la Cuenta Nómina de ING es gratuita tanto si tienes ingresos regulares como si no, y la Cuenta Online Sin Comisiones de BBVA está dirigida a nuevos clientes que buscan ahorrar en gastos bancarios.

Antes de tomar una decisión, conviene valorar para qué se va a usar la cuenta. Si buscas rentabilidad, existen bancos como Bankinter o Banco Mediolanum que ofrecen cuentas remuneradas, aunque suelen exigir el cumplimiento de ciertos requisitos. Por otro lado, si necesitas funcionalidades como el pago móvil o Bizum, revisa que la nueva entidad las incluya entre sus servicios y que cumples con sus condiciones.

2. Cambia los recibos y domicilia los ingresos

Cuando la nueva cuenta esté abierta, el siguiente paso es trasladar los recibos domiciliados y los ingresos recurrentes. Según la normativa vigente, los bancos están obligados a gestionar el traslado de forma gratuita desde marzo de 2019. Sin embargo, este trámite puede dilatarse, por lo que muchos expertos aconsejan realizarlo personalmente.

Para hacerlo, solo hay que comunicar a cada empresa (como la del gimnasio, la compañía telefónica o la aseguradora) el nuevo número de cuenta bancaria. Muchas empresas facilitan este cambio a través de sus plataformas online, lo que agiliza el proceso.

En caso de que también quieras domiciliar la nómina, deberás informar a tu empresa de los datos bancarios de la nueva cuenta, normalmente enviando un certificado de titularidad para formalizar el cambio.

3. Transfiere el saldo y cancela la cuenta antigua

Cuando te hayas asegurado de que todos los pagos y cobros están correctamente domiciliados en la nueva cuenta, es el momento de transferir el saldo restante y proceder a cancelar la cuenta anterior. Es recomendable mantener ambas cuentas activas durante un breve periodo para comprobar que no quedan cargos pendientes ni recibos asociados a la antigua cuenta.

Para finalizar el proceso, no basta con dejar la cuenta vacía o destruir la tarjeta. Si no se solicita el cierre formal, el banco podría seguir aplicando comisiones y exigir el pago de gastos en el futuro. Por eso, es imprescindible acudir a la sucursal o realizar la gestión online si la entidad lo permite, firmar la cancelación y pedir un certificado que acredite el cierre definitivo de la cuenta.

Consejos finales para un cambio sin sobresaltos

Cambiar de banco puede suponer un importante ahorro y una mejora en la calidad del servicio, pero requiere algo de organización. Seguir estos pasos ayudará a evitar errores frecuentes, como olvidar algún recibo o dejar la cuenta antigua sin cancelar correctamente. Dedica el tiempo necesario a cada fase y, ante cualquier duda, consulta con el nuevo banco para que la transición sea lo más sencilla posible.