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Jeju Air suspende sus rutas a Guam y Da Nang, desatando el caos entre miles de pasajeros

La aerolínea de bajo coste Jeju Air ha anunciado la suspensión de su ruta entre Incheon y Guam tras 13 años de operaciones ininterrumpidas, a excepción del período de la pandemia. La decisión, motivada por una drástica caída de la rentabilidad, se suma a la cancelación de su ruta entre Busan y Da Nang (Vietnam), dejando a miles de pasajeros con sus planes de viaje en el aire y generando una ola de indignación.

Caída de la rentabilidad y exceso de oferta

La principal causa de esta medida es el deterioro de la viabilidad económica de estas rutas. En el caso de la conexión con Guam, un destino tradicionalmente popular para familias y viajes de novios, la demanda ha disminuido recientemente. Paradójicamente, la oferta de plazas ha aumentado de forma considerable. Competidores como Korean Air y Jin Air han incrementado sus frecuencias semanales en esta misma ruta, pasando de 14 a 21 y de 7 a 14 vuelos respectivamente.

Este exceso de oferta se debe, en parte, a las condiciones impuestas por la Comisión de Competencia de Corea del Sur para aprobar la fusión entre Korean Air y Asiana Airlines. Dicha condición obliga a las aerolíneas a mantener al menos el 90% de la oferta de asientos que tenían en 2019 en más de cuarenta rutas estratégicas. Esta situación ha saturado el mercado, provocando una guerra de precios y erosionando la rentabilidad para Jeju Air, que ha optado por retirarse temporalmente. Por motivos similares, la compañía también ha decidido cancelar la ruta entre Busan y Da Nang a partir del próximo mes de octubre. Ambas suspensiones se mantendrán, en principio, hasta el 28 de marzo del próximo año, aunque la aerolínea no ha confirmado si las operaciones se reanudarán después de esa fecha.

Pasajeros abandonados y graves pérdidas económicas

El anuncio ha caído como un jarro de agua fría sobre los miles de clientes que ya habían comprado sus billetes, muchos de ellos adquiridos hace apenas dos meses durante la popular campaña de descuentos “JJIM” de la aerolínea. Desde el pasado 26 de agosto, Jeju Air ha comenzado a notificar en cascada las cancelaciones a los pasajeros con reservas a partir de octubre.

La indignación se ha extendido rápidamente a través de foros y redes sociales, donde los afectados denuncian el enorme perjuicio causado. “Ya tenía el hotel y el coche de alquiler reservados, y ambos son no reembolsables. ¿Quién se hace cargo ahora de estas pérdidas?”, lamentaba un usuario. Otro pasajero afectado compartía su frustración: “Nos devuelven el dinero del billete, pero hemos perdido cientos de miles de wones en reservas de hotel y excursiones locales que no admiten cancelación. Es una irresponsabilidad absoluta”.

Muchos viajeros, que habían planificado sus vacaciones de otoño con antelación, ven ahora sus planes completamente arruinados. “Conseguimos cuadrar las fechas con mucho esfuerzo y, de la noche a la mañana, nos quedamos sin viaje. Lo peor es que, al haberlo reservado a través de una agencia, ni siquiera puedo gestionar la cancelación directamente. Estoy atado de pies y manos”, relataba otro cliente.

La respuesta de la aerolínea y la frustración de los clientes

La gestión de la crisis por parte de Jeju Air ha agravado aún más el malestar. Los clientes critican duramente la inoperancia del servicio de atención al cliente. “He llamado decenas de veces y es imposible que te cojan el teléfono. El chatbot se limita a repetir respuestas automáticas y no soluciona nada”, denuncia un afectado.

Un portavoz de la compañía ha confirmado que “el plan de negocio ha sido modificado debido al estancamiento de la demanda y al exceso de oferta en estas rutas”. Aseguran que están procesando los reembolsos íntegros y facilitando información sobre vuelos alternativos en otras compañías.

Sin embargo, los pocos clientes que han logrado contactar con un agente confirman que no se ofrece ninguna compensación adicional. “Su única respuesta es un ‘lo sentimos mucho’ y que todo está estipulado en las condiciones del contrato. No ofrecen cambio a otra ruta ni se hacen responsables de los daños colaterales. Es indignante que se escuden en la letra pequeña”, sentenciaba un pasajero, resumiendo el sentir general de miles de personas que, por ahora, se han quedado sin vacaciones y con un importante agujero económico.