
¿Es posible deducir la compra de vivienda y la hipoteca en la declaración de la renta?
Los contribuyentes que aún estén abonando cuotas de una hipoteca pueden beneficiarse de ciertas deducciones fiscales en su declaración de la renta correspondiente al ejercicio 2021. Sin embargo, no todos los casos califican: es fundamental revisar las condiciones vigentes, ya que la deducción general fue suprimida hace años y solo se mantiene activa bajo un régimen transitorio con requisitos específicos.
Deducción estatal por inversión en vivienda habitual
A nivel estatal, solo podrán aplicarse la deducción aquellos contribuyentes que hayan adquirido su vivienda habitual antes del 1 de enero de 2013, o que hubieran hecho pagos previos a esa fecha en concepto de construcción. Esta deducción se conoce oficialmente como “deducción por inversión en vivienda habitual” y solo es válida para quienes ya la aplicaron en la declaración del año 2012 o en ejercicios anteriores.
Este beneficio fiscal permite deducirse el 7,5% de las cantidades pagadas durante el año 2021. El importe máximo sobre el que se puede aplicar esta deducción es de 9.040 euros. Dentro de esta base se incluyen pagos destinados a la adquisición o rehabilitación de la vivienda, así como las amortizaciones del préstamo, los intereses y los costes derivados de instrumentos de cobertura relacionados con la hipoteca, si los hubiera.
Para conocer los casos concretos en los que se puede aplicar esta deducción, es recomendable revisar los supuestos específicos definidos por la Agencia Tributaria.
Deducciones autonómicas: diferencias según la comunidad
Además del tramo estatal, también existe un tramo autonómico que afecta a la cuota íntegra autonómica. En términos generales, también se aplica un 7,5%, aunque algunas comunidades autónomas establecen porcentajes o condiciones distintas.
Cada comunidad autónoma cuenta con deducciones específicas, adaptadas a sus propias circunstancias sociales, económicas y geográficas. Por ejemplo:
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Andalucía permite deducciones en diversos casos específicos.
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Aragón contempla deducciones para viviendas ubicadas en núcleos rurales o en casos de víctimas del terrorismo.
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Asturias aplica deducciones en zonas rurales con riesgo de despoblación, así como para personas con discapacidad y familias que las incluyan.
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Canarias mantiene sus propias condiciones para este tipo de deducciones.
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Castilla-La Mancha ofrece beneficios fiscales en zonas rurales.
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Castilla y León contempla deducciones para jóvenes que adquieren vivienda en núcleos rurales y para obra nueva.
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Extremadura aplica deducciones para jóvenes y víctimas del terrorismo.
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Galicia incentiva la compra de vivienda en aldeas modelo.
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Murcia establece deducciones para jóvenes de 35 años o menos, así como en determinadas situaciones transitorias.
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La Rioja contempla deducciones para quienes compren vivienda en pequeños municipios.
Conclusión
Aunque la deducción general por inversión en vivienda ya no se aplica de forma universal, quienes adquirieron su vivienda antes de 2013 y aplicaron la deducción anteriormente pueden seguir beneficiándose de ella, siempre que cumplan con los requisitos. Además, las comunidades autónomas ofrecen distintas deducciones adicionales, por lo que conviene revisar las condiciones específicas de cada una. Conocer estas particularidades puede suponer un importante ahorro fiscal para muchos propietarios